Mi alma ha quedado envuelta en el abrazo de un niño que sin palabra alguna se ha lanzado sobre mí.
¿Es esa la vida?
¿Qué hay en el fruto no cortado antes de tiempo?
¿Qué queda en el cuerpo si le digo adiós al pasado y al dolor que ya no sé si duele o no porque lo hice hábito?
¿Y si hoy decido amar a quien me ama?
Porque sé que el amor es amor y así se manifiesta, no usa careta, es tan visible como una flor.
El desánimo y el absurdo son parte del juego, no me vencen, los convierto en mis aliados y me impulsan a la reflexión y a la transformación.
Estoy plena de buen humor y me rio de mis errores; sobretodo de los que me hacen caer en la fantasía y en la idealización.
Mis alegrías son mi responsabilidad y soy una gran generadora de ellas.
Mi belleza interior es tan única que solo yo conozco la fórmula para conservarla.
Amo el día de hoy tal como es, porque es vida que se muestra y enseña.
Porque el conocimiento está en el detalle si hay amor a la sabiduría.
¡ La vida es una y estoy viviendo !