Bajo la quietud de esta lluvia tenue,
Una voz sutil, invita a tu humedad
Hasta inundar mis sentidos
Y abandonarme en tu pecho
Esta lluvia cómplice, de palabras crepitantes
Que abre las puertas al canto,
De mi deseo en tu vientre
Esta humedad inocente
Que hace brotar de ti, la flor silvestre
Para dejar de ser creación y cuerpo
Y transmutar en tu mirada
Bajo esta lluvia tenue, asoma la voz de la entrega
Entre la mirada absorta y tu desnudez inmaculada
Ojos de delirio ingenuo, ojos de luz y deseo
Ojos que hacen vibrar el cuerpo, con solo sentirse mirado
Esta lluvia tiene tus palabras, tu mirada y encanto
La tenacidad y locura, de nuestros juegos ingenuos
Nada cambiara con el tiempo
Solo el sitio donde se entreguen los cuerpos