Soy carente de cordura, no hallo coordinación entre ser yo, y ser quien soy.
Me aconsejas con tanta importancia, y te rechazo con tanto orgullo.
Sigo la línea de la discreción y mi criterio.
Pero mi camino va en zigzag, un para allá, o un para acá, no importa adónde vaya, no importa lo que haga, y mucho menos lo que digan.
Me da igual, saber lo que a todos les interesa.
Creer en un mundo real es algo tan ilógico, que prefiero vivir en mi cordura.