Alfredo Saez

-La Noche Bohemia-

 

No padezco hora sabatina más triste

sin el  grisáceo frío temblor  del crepúsculo,

momentos del alma, que  ni su calma resiste,

la braquial y tan cansina fatiga del músculo.

 

 Manecillas exánimes  cuelgan del lujoso reloj

  chorreando los números  desde  la pálida esfera

cuando  la luz natural casi vencida se embarcó,

rumboso  candil de  la noche en mortífera espera.

 

Un naciente  mundo marca ya diferente su ritmo

despertando veloces luminarias de alarmas  nocivas

tropeando  circuitos de delincuenciales alternativas.

 

Derrapan las cifradas  fórmulas del nuevo algoritmo

lucrativa asunción hegemónica de las indóciles vetas,

azarosos íconos negros y rojos, atrapante ¡Diosas ruletas!