Una sombra se disipa en el horizonte del olvido
recordada con nostalgia breve tal vez con cariño
por un instante se le ve la cara, está sonriente
pero tras la penumbra sus lágrimas se vierten:
pasó a otro término, ya no es el aspirante, es el amigo
Aquél que platicaba con ella
aquél que lloraba y reía con ella
el que la amó incondicionalmente
aunque ella nunca su amor le diera
Ahora las cosas han cambiado se ha cumplido un sueño
esa dulce princesa después de esperar alcanza su anhelo
no tiene más ojos ni más horas ni tampoco espacio
que no sean para las furtivas miradas, los cálidos abrazos
de otro que correspondió con creces su amor y su deseo
Un amigo es amigo porque cede
pero un enamorado amigo, muere
¡mira que ateverse a desafiar al destino!
¡mira que pretender tal cosa!
¡mirar que creer que era suya esa rosa
cuando él sólo crece entre espinos!
Va la sombra perdiéndose en el olvido
poco a poco sus rasgos se confunden con el ruido
pareciese que nunca estuvo que nunca existió
se va adaptando desde aquella vez que aceptó
que no debía arruinarle el camino al ser querido