Dura melancolía que nubla su mirada
que la vida le pone muy triste y angustiada.
En silencio perenne como en la calle oscura
está chirriando el grillo sus cantos de locura;
así siente su pecho muy falto de ternura,
como el bohemio ausente que vive en la llanura.
La soledad lo mata de minuto en minuto
perdió la flor que un día le daría su fruto.
En las noches despierta con su alma amordazada
recordando sediento su vital hermosura
y es la triste congoja su cáliz y tributo.
Oscuridad y luto…
perviven paso a paso como cada segundo
mientras ella va feliz vagando por el mundo.