Frida Alcántara

¿Cómo saber si es un diamante?

 

De los poderes que consideramos sobrenaturales y que no hablamos se encuentra uno,

yo considero muchos humanos lo tenemos (debería ser de todos)

y es el saber la verdad de todas las cosas.

Regularmente salgo a las cuatro de la mañana  a observar las estrellas, el vivir en una ciudad hace que esta práctica no sea muy fructuosa, en el campo el cielo se llena de incontables astros, no sé si sabría distinguir las constelaciones  entre tantas, bueno , sí sé, si sabría, sólo que tengo fobia a las multitudes y estoy traspasando mi fobia a las estrellas, ¿acaso  ellas se sentirían abrumadas de ser tantas?. 

El aire frío de la madrugada calaba hasta los huesos  y dolía respirarlo, era una noche seca y sin embargo el cielo no estaba despejado, levanté mis ojos en busca de Orión, este es mi punto de referencia en el cielo  para ubicar las demás constelaciones, ahí  estaba, imponente como siempre, mirándome con su espada levantada y el cinturón bien puesto. Después de Orión sigue Andrómeda, la busqué con insistencia sin encontrarla, prengunté dentro de mí ¿en dónde estás? inmediatamente saltó Mirach como una niña que quiere ser descubierta, extrañamente ese día no se veían las demás estrellas de Andrómeda, ni siquiera Alpheratz  que es más grande, pero era Andrómeda, lo supe por la posición de Mirach en el cielo. ¡No!, lo supe por que esa estrella me dijo aquí estoy.

Exactamente pasó lo  mismo más tarde en la tierra pero no fue con una estrella, si no con un diamante.

En la mañana recibí una llamada de mi madre, ella está acostumbrada a mandarme y  mientras me tenga cerca siempre lo hará. Ella había hecho una lista  de cosas que quería del Sam´s Club, también insinuó que quería la membresía adicional para no tener que pedirme las cosas e ir ella sola, le dije que se arreglara y que yo pasaría para ir juntas, ella aceptó aún suponiendo que se tendría que quedar en el estacionamiento encerrada en el coche. Cuando llegamos le dí mi membresía y le dije, -- bájate tú y compra tus cosas,  al fin y al cabo la mujer de la fotografía de la tarjeta es igualita a ti. Sólo necesitaba  la credencial para entrar y para  pagar . Mi madre se fue de compras feliz, con su cubrebocas y lentes de seguridad. -- Ojalá no le pase nada. Pensé.

Justo enfrente del Sam´s Club hay una forrajería,¡sí! , en medio de una ciudad industrial una tienda de esa tipo es algo inusual, quise aprovechar para comprar alimento para mis mascotas-pandemia, así que me bajé del coche y atravesé el  estacionamiento caminando, mientras caminaba vi un pedazo de vidrio verde-azul, como de las botellas de coca cola retornables, era como de medio centímetro y brillaba con la luz del sol. Recordé un momento, bajo una cascada encontrar una roca traslúcida, no blanca, transparente, pequeña, también como de medio centímetro. Estuve jugando un buen rato con ella, buscaba otras piedras tratando de romperla, pero nunca  se rompió,  al contrario, hubo algunas que cedieron ante el impacto y se rompieron ellas, era una piedra rústica y la eché un un vaso para traérmela a casa, pero la perdí. ¿Cómo saber si es un diamante?, siempre he querido encontrar un diamante, pero , ¿Cómo saber que es un diamante real?. Todo esto pensé rápidamente y a tan sólo tres pasos, otro objeto con brillo, creí que era uno de esos estoperoles con piedras que se usan en la ropa, me adelanté un paso más pero algo me detuvo y me hizo regresar y recoger ese objeto, mi primera reacción al levantarlo fue buscar el esmaltado en la parte de atrás  que le ponen a los vidrios y gemas plásticas para que brillen (para mí es casi imposible que un diamante no se encuentre perfectamente engarzado a una joya), pero en lugar del esmaltado tipo espejo que esperaba vi los cortes en la gema al estilo brillante, sin duda el diamante me dijo -- ¡Aquí estoy, siempre me has buscado!. Por ahora guardé la piedra, espero no olvidar en donde. Necesito un experto que sepa de diamantes.