¡Acariciaré tu rostro iluminado
En la tersa cara de la luna
Y en esa hermosa luz plateada
Tocaré tu pelo trasnochado!
¡Veré resplandeciente la luz
de tu mirada, los fulgentes luceros,
Fijos y distantes en el cielo
serán los ojos de mi amada!
Tomaré en la noche silenciosa
Tu cuerpo de diosa con mis manos,
Para acariciar tu piel desnuda,
y gozar de toda tú, preciosa.
Y en esa noche tan hermosa,
Enfebrecidos haremos el amor,
Aullando como un lobo, feliz
guardaré esa noche, como una rosa.
Porque cuando te marches de mi lado
Llevando hasta tu reflejo de las aguas,
Me quedaré sin ti, pero contigo Aleja;
Porque yo, desquiciado, te habré amado.
Como aman los poetas ¡A morir!
Sin jamás siquiera haber tocado
Un solo pelo de tu blonda cabellera,
Serás luz eterna que guíe mi existir.
Delalma
12/11/2020