De Molina

Qué explicación merece...

Que pese a las innumerables lunas,
mi voluntad, acaso de ficción,
no ha conseguido divergencia alguna
entre tu memoria y mi corazón.

Que mis temores más el desconsuelo
ante tu amor lejano se agudizan,
y me asfixian en un eterno duelo,
al que mis sueños contigo matizan.

Que para justificar mi existencia
hasta la realidad he negado.
Tú simbolizas mi ser en esencia.
Sin ti yo no soy, sino solo engaño.

Que pareciera que ya cada instante
estuviera por matarme tu frior,
sin embargo, es mi deseo constante.
¿Acaso hay, niña, desdicha mayor?