Original Oriflama Infinita

Versos de cristal bajo el agua de mis lágrimas

La guerra repite el desgarro,

Rompe donde radica la bondad,

Mejor silencio y sabia soledad,

Lejos el frío del vil endemoniado,

Ese fruto marginal de la rareza

De corazón podrido y sin cabeza,

Vivo sin latido que la sangre mueva.

El cielo nos tira una muestra

De tristeza incendiada, de estreyas

Contrarias, mientras rueda el río

Y la Luna entre la bruma negra

Se revela, la verdad arde al frío

Y la lúcida yuvia yega, mensajera

Del olvido, rumbo avun camino óptimo,

A un próximo próspero futuro guía

Los pasos como relámpagos contra todo

Evitándonos ser captados por los ojos

Del halcón mortuorio, custodio delbdía,

Represor del Sol, reptante sombra

Lo ronda, rodeándolo de un humo

Con el olor del dolor. Y nunca pudo

Lo más oscuro desgarrar el rayo, obra

Del Amor que tanto deslumbra ahora

Volando nocturno, su rastro es blanco, puro,

Y su tacto profundo fundador de sueños,

Encontrado patrón entre desteyos fugaces:

Versos, voces en el oleaje, remoto lenguaje

Que leo en el suelo, en el cauce, en el fuego,

En el aire, en el cielo, en el tiempo cambiante.

Salve, precisa presencia que lo puro eterno

Muestras, blanca levantada en luz desnuda

En tu estandarte, noblemente, la Luna, doblemente aguda.

 

 

La yuvia pulcra, el viento de éxtasis

En verdes vayes, la rugiente hoguera

En cuevas remotas bajo la tierra ancha,

El melodioso suspiro de la brisa, el frío

Eléctrico, el briyo naciente de una estreya,

La voz de los manantiales sagrados sonando

El canto eterno en la soledad del cielo,

Una forma invisible, inmaterial, un aire

Latente, el rastro vívido de un río raso

Levantándose al espacio, saltando alto

Hacia mares de cristal fundido, el roce

Del cabeyo de eya en mi piel sensible,

El candor que prende en mi corazón

Su beso de púrpura, su mirada crepuscular,

La yuvia iniciada en meditaciones oscuras,

La calma del agua pura, el súbito fulgor

Alumbrando las sombras donde la Vida reposa,

El vaye soleado, el viento zarandeando

Rosas hermosas entre la amenaza de las zarzas,

El Amor que aflora ahora, la atmósfera

Mágica que cambia su color, su luz tornándola

En Aurora, en esponjosa nube donde la Luna

Se acomoda, y la profunda cueva lejana

Bajo tierra desde la que el Sol clama por eya.

 

 

¿Arraigará la esperanza en este desolado campo,

En la amplitud desértica, en el silencio de hierro

Aspirarán a cantar estas palabras como el viento,

O se irá todo con el tiempo dejándome olvidado?

¿Nacerá el agua sonora de esta apagada roca,

Se almacenará el agua recia en esta Alma secs,

Veré nacer de esta triste tierra alguna flor nueva,

O prevalecerá la muerte que todo lo devora?

¿Yoverá del cielo como música la respuesta a estas preguntas,

Se juntarán al final del universo en una sola Alma las conciencias,

Prenderán bien en la tierra estas raíces delgadas, en la oscura

Noche forestal alumbrará alguna estreya; esta yamada, la atenderán?

¿Se entenderá el divino idioma, lo logrará el hombre descifrar

O cayarán para siempre y no volverán a verse entre tanta oscuridad?

 

 

Clama Alma, lánzate en una exhalación,

Sumérgete como un valiente nadador en la noche.

Todo orfebre del día muere y vuelve

Antes de suceder su hostil extinción.

Exquisito lujo en el panel celeste.

Aurora danzando en marchas marcadas por el azar.

La voz cuenta memorias en el ahora y las crea,

Armónicas cuerdas mueva la voz y yoverá.

Aprieto el nexo: estoy siendo y voy a ser, sé que siempre fui.

Soy avatar del Fénix,

Y vigilaba la Vida en la lejanía altísima que ni desde aquí se divisa.

El fuego al cuerpo; el destino es decidido

Por mi, por ti, por él; todos somos el mismo ser

Vestido en distintas pieles. El olvido. Vivo en varios papeles;

Hablándose a si mismo en un diferente ar quetipo. La soledad.

Pintó él el vacío que lo hizo,

Magistral dibujo.

Qué vaticina el oráculo?

Ventisca de lágrimas postreras venidas de vidas pasadas.

El recuerdo de un nombre de hielo, al huracán!

El muerto hundido, resurgió del olvido.

Todos somos uno mismo y un distinto a sí que se hizo.

La mordedura; en el silencio desfayecer. La soledad,

En la actualidad denunciada, se muere

Y vuelve a nacer en la virtud innumerable del ahora;

Recae siempre en su suprema estupefacción

De verse otro ante el espejo: un dios parejo, juguetón

Que juega a disover, destructor de la creación.

Busco en todo y nada, nadie.

Desesperante visión, ficción en el vacío infinito, sombra sobre sombra.

Deja de soñar y te devolveré a la Verdad;

Somos dos Soles asolas, no hay nada mas.

Yo. Y dentro del fragor del trueno las dos voces se fusionan,

El viento veloz entonces sopla en todas las Almas un clamor.

 

 

AL AMOR

Se transparenta la luz atraves de la dureza ruda de los cuerpos danzando. Amor: luz original, primordial, primerísima presencia. Danzando el viento, femenina esencia; la vida del aire es como los rayos, lucidez transparente, se ve todavía siempre atraves de la pesada dureza de los cuerpos.

Agua sensual,  eres blanca y pura cuando naces de una raíz profundísima dando y colmando todo lo vivo de tan perfectavsabiduría fluída y bailable, música eternal, yuvia mineral que abres el corazón y continua entras y sales regalando tanto Amor que das la Vida toda y la Flor nace hasta traspasando como un rayo de Sol la sombra de la miseria.

Elevada la clara ave, agua virginal, danza elegante como el aire sostenida por el vaivén de sus alas blancas emplumadas y relucientes; van adonde las Estreyas. Un visión purpúrea azul cielo alumbra libre nunca presa del tiempo, quebrada está y oxidada la cadena de hierro gracias al beso del aire, libertador eterno, paseante del sendero aèreo.

Pensantes gráciles elementos emprenden un nuevo vuelo al cielo alcanzable, trascendentes vidas todas eyas amantes y madres fértiles que expanden virginales fecundidades por toda la superficie material sensible del universo armónico.

Se crea la Luz en este paso asediado por las negras sombras del miedo ficticio. Inunda color y se recrea la Luz ardida en el seno taciturno del frío corazón invernal y juntos procrean vidas limitadas, la Luz eternísima contenida en frascos de barro, toda contenida en casi nada como esta poesía en el papel del árbol caído y en la voz del bardo inmune al tiempo y a su vano desgaste. 

Late constantemente en la mente este pensamiento fugaz como el viento, late y lo reparte a todo, a todas las vidas como el corazón la sangre. Al fresco amanecer de las almas danzantes, al beso entre espíritu y carne. Al Amor siempre presente y a la beyísima Luz incendiada de colores y formas viviendo siempre y siempre abierta al baile, Luz móvil como el aire.

Amor vence al temor y la nueva Flor sale beyísima, Estreya briyante, transparencia, prístina agua espiritual, Flor de Verdad eternal, bonita, colorida y fragante.

 

 

Cual agua agraciada, fluída calma en fontana

Brota de la profunda gruta en la montaña,

Sincera corazonada coloreada de luz clara

En la oscura zona, se asocian cual ideas las olas

Entrelazadas con bendita parsimonia,

Elevándose em secretas crestas apoteósicas,

Despues cristalizan para concliar la Eternidad

Destinada a estas Almas de energía esencial,

Mas la palabra que cantaban jamás será silenciada

Cual esa precisa Flor preciosa que no se marchita

Ni al tacto de la mas helada ráfaga invernal;

Está viva su substancia espiritual y así se inmortaliza:

Aunque las tierras cambien y se arrastren hasta el mar

Al girar el eje de la Luna, nunca cambiarán

Este designio sagrado por un hado eterno

Y total como el cielo, perdurará el eco

Del pensamiento original en todo cuerpo animado,

Un haz dentro: el sueño realizado parpadeando

Parapetado, gran seceto, veraz desvelo

Del Alma alada, al alba levanta el vuelo, movimiento perfecto

Entre todo lo quieto traza su trayectoria, cual fuego de Sol

Poderosa expresión del Amor.

 

 

El Amor corre, galopa la lumbre sobre el río ambarino donde bailarines ríen sintiendo el frío rápido del nostálgico beso efímero cuando, ahora, marcha veloz, recio, dentro: un pensamiento circulando, haciendo su voz el viento volando, pasos líquidos, levitación de un cuerpo, se terminó esa sensación de vértigo: dominio del miedo y su buen aprovechamiento, echa la nube lúgubre al cielo encubierto y negro como el silencio insaciable, veraz incendio de Amor creando bosques donde secretos deseos se esconden, es la aparición del trueno, atrevimiento: entre el éter crece transparente, todo color se enciende despues, siempre, como la piel de una serpiente trepidante danzando alzada al cielo cayendo, cayada mente fértil, va naciendo del suelo una sensación fuerte de abstracción, sueños que de lo hondo vienen a la superficie como vestigios del principio creador: río de Amor corriendo, rompiendo límites, sabor del beso esencial: una pasión que deseo invocar, incontenible fuerza que da la confianza, y ambrosía alimentará la Vida desafiante ante el mal que enfrente amenaza, empieza a probar la esperanza, la golosina de su azul substancia, una nueva prueba superada para cada pie de quien anda abriendo sendas en la nada donde los colores de las Flores recién creadas esconden puertas para que sola el Alma auténtica las pueda pasar volando mientras las Estreyas le soplan en las alas violetas y la noche completa, pletórica y plena, yena de lámparas, ampara la amada Alma cometa viajera vuelta a la tierra, baja ágil gracia y que yueva agua en igual grandeza