Se puede amar
sin besos
con los labios secos
y dormidos.
Se puede implorar
cada mañana,
que tu mano no se gaste
al tocarme.
Se puede vivir
de sensaciones,
juntando recuerdos
imposibles
de esquinas sin luz
para amarse.
Se puede abrasar
una sombra,
que nos hiere y delata
sin aviso
por calles vacías
y gestos suaves.
Se puede escarbar
en el olvido
el perfume inquieto
de una tarde
y preguntar sin respuestas
si es la hora justa
para besarte.