Un sueño, hace que escriba
dormido mis sentimientos,
que plasme sobre el papel,
lo que por ti estoy sintiendo.
En esas horas de calma,
voy fabricando los versos.
¡Dormido! ¡Soñando! Escribo…
Para dártelos despierto.
¿Escribir?
A veces no sé porque escribo.
Creo qué no soy real
ya que equivoqué la época
dónde poesía… Era amar.
Cada segundo es eterno.
Un minuto es una vida.
Cada momento si ti,
es morir sin alegría.
Ermanué (c) 1982 Islas Chafarinas