arrebataronle su vida sin compasion.
no consideraron que ella era una niña,
tierna y delicada cual petalo de una flor.
se ensañaron con ella, con ira no contenida...,
¡que horrenda aberracion!...
marchitaronle la flor de su inocencia.
no hubo para ella siquiera una pizca de piedad.
el angel mudo del silencio se llevo
el grito desesperado de socorro que nadie pudo escuchar,
mientras que ellos gozaban cometiendo aquella crueldad.
la luz del alba extendio sus alas,
denunciando con su resplandor aquel suceso aterrador,
mientras que aquellos desgraciados huian como ratas,
llevandose sobre sus conciencias el dolor de una niña
que jamas pudo defenderse, que jamas pudo defenderse.
sonaron doce campanadas
y su nombre se encuentra inscrito en una cruz;
la justicia llega, aunque tarda,
y ella lo vera..., ella lo vera al lado de Jesus...