Eres creativo, ¡ Oh Ser Superior!
que habitas donde nadie sabe.
Escribe tus palabras donde las miremos,
Donde las comprendamos, donde las meditemos.
¿Tienes palabras para nosotros?
¿Tienes palabras que te describan?
Nosotros tenemos muchas palabras,
Muchos deseos, muchos miedos…
¿Pero qué más tenemos que pudiéramos ofrecerte?
Darte lo que no encontrarás en otro ser sintiente,
Y por lo cual nos oyes clamarte una y otra vez: ¡piedad!
Y que no es otra cosa que, nuestro aborrecible sufrimiento.
¿Sufrimiento? ¿Por qué ofrecerte esto?
¿qué más podríamos darte sino nuestra esencia?
Aunque mires diversas emociones y sentimientos,
La esencia del humano es su reacción de dolor al dolor…
Y mísero de él, persigue adictamente, sus preferencias,
Y huye despavorido y lleno de pánico, de todas sus aversiones.
¿Cuando encontrará la paz que no se muda?
¿Cuando reposará de todas sus afanosas obras?
Si tienes palabras para nosotros,
No tardes en nuestro tiempo...
No viajes a nuestro espacio...
Hazte presente en la verticalidad.
Y si tu eres silencio, y no palabras,
Y si eres quietud y no movimiento,
Apiadate de esta dimensión contradictoria,
De objetos de placer, de dolor, sutiles y densos.
¡Déjanos saber que somos como Tú, lo eres!
¡Déjanos quitarnos, esto! ¡que no somos!
¡Déjanos, dejar atrás todas nuestras palabras!
¡Haz que despertemos de esta creación onírica de los opuestos!