Sobre la silla
quedaron las prendas
Había en el aire tantos suspiros
entre el vino y los boleros
y mi mano ciñendo tu cintura
Nos hamacamos al son de la
música con las pieles pegadas
Los besos nunca habían sido
tan melosos como esa noche
La noche entró por la ventana
y nos invitó a la cama
Sonrojada te dejaste llevar
parada sobre mis pies colgada
de mi cuello
La alcoba pareció desaparecer
cuando tendida en el lecho
tu infinita belleza incendió mis
ojos
Luego todo fue un incendio
dos cuerpos sumergidos uno en
el otro en un mar de fuego
Y fue muy corta la noche para
tanto
Al irme te pedí
No te vistas aun
Necesito llevarte asi desnuda en
la mirada
#PoetaUrbano