Sin ti los días son líquidos como el estaño oscuro,
no se siente ya la espuela sonora de mis pasos,
acuden nubarrones que aprietan el corazón,
negros oleajes lastiman los pasadizos del alma.
Todas las romanzas suenan a tenores huecos,
cuantos lugares se han tornado vanos,
el nicho de tu imagen es un ilusorio vuelo,
un ébano sutil de moradas cristalinas.
El orbe profundo de tu inaccesible arquitectura
se extinguió en el ponente manso fuego,
mis íntimos anhelos me hace morder la duna.
Tus vilezas engendrar perfección menguada,
te idolatro en la rosa y te adoro en la espina
la hebra de tu vida decora la esperanza mía.
Autor : Mario Fernando Endara Tello
Derechos Reservados
Fecha : 8 de noviembre del 2020