Son muchas palabras las que resuenan conmigo hoy,
pero particularmente una destaca sobre las otras.
El mundo de las palabras es limitado describiendo las emociones,
y todas las emociones parecieran rendir devoción a una;
la máxima de todas.
Me detengo en cada párrafo para no ser cliché,
yo y mi lucha por no caer en lo obvio.
Pero lo es, es tal cual, traspasa la literalidad y conmueve a las rocas al despedazarse.
habla con el sol, y con tu cabello, habla con tus manos,
a tu corazón todos los días le toca la puerta, es independiente, es sobresaliente de todo,
de ello no podemos escapar.
A ello debemos rendirnos, volvernos vulnerables;
ninguna máscara lo oculta, y es la razón de todas las razones, el sentido del sentido, y del sin-sentido, el refugio de la oscuridad y la braza, el lema de los anhelos, caricia de cualquier empeño, gozo de la ternura.
El AMOR, lo es todo, nada lo iguala,
nada lo atemoriza ni desampara.
Siempre me has tendido la mano,
en el tenue símbolo, en las señales, en los fenómenos, en el grito de la conciencia...
has estado ahí para mi, y para todos,
el amor no tiene peros, por lo que no seré contra-argumentativo, porque no hay argumento en contra del amor.
No seré impositivo ni imperativo, porque el amor no tiene mesura ni alto mando...
el amor está hablando mientras todo lo depura, todo lo energiza, y nos provoca pureza.
No te haré una invitación, ni me subiré a ningún asiento,
solo tomaré tu mano con tanta fuerza que no exista distancia que vuelva a separarnos...