Alfredo Saez

…Y no volveremos más!-

 

El  gris noviembre del año veinte ya nos promedia,

lumínicas las calles se arrullan de íconos navideños

apremios de estéticas medrosas en  tiempos de pandemia

transporte del rebaño virósico con sus  miedos extremeños.

 

Guirnaldas barrocas cruzan el bar en el estilo rojizo de Noel

y el albo repostero amasa el ritual del serial budín inglés;

concurso  de rutinas  de los Master Chef del pituco Hotel,

destrezas diferentes del buen año anterior: ¡ este ya no lo es!

 

El viejo infectado y febril muere  solitario en el Ce.Te. I.

el adulto condenado  ora sedado la sagrada providencia

el joven pierde costumbrismos , aplazado en el presente de su ahí.

-“Feliz Navidad”,  y la llorosa plegaria suena con hueca estridencia.

 

Siglos pasados sufrieron mórbida e inclemente la peste:

bubónica, amarilla, cólera , española y la porcina

que circularon invictas y aeróbicas del  Norte y del Este.

Magos, dioses y científicos, atados, defendieron la Vida.

 

-“Feliz Navidad!”,  sacrificado cordero, será otra vez villancico

y las queridas viejas octogenarias su coro  senil cantarán

-mientras el  perro asustado, embadurna el húmedo hocico-

 predictora y metafísica estrofa que  nunca más callarán:

 -“La Noche Buena se viene

La Noche Vieja se va

Nosotras nos iremos

y no volveremos más … “