En los anclajes del tiempo
quedó enclavada mi historia,
que bien guarda mi memoria
y no la llevan los vientos.
En su escarpado camino
hay puntos que ni recuerdo,
es terreno en que me pierdo
y no influye en mi destino.
Mas aquellos enclavados
con tal firmeza en la roca,
hoy mi mente los evoca
y los lleva bien guardados.
Analizo con prudencia
mis logros y mis caídas,
buscando cerrar heridas
para olvidar su presencia.
Y cuando llegue el momento
que ponga mi pié en la cima,
la cumbre estará tranquila
y allí acabará mi cuento.
Jorge Horacio Richino
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