SAIH SAMIR PATERNINA OTERO

Tu amor se ha hecho grande e inmarcesible, aún tan pequeño.

Tu amor se ha hecho grande e inmarcesible, aún tan pequeño.

Los vericuetos de la vida albergan tristezas y desolaciones, amor y pasiones, felicidad y emociones. Tú, complementas mi vida, un amor que se hace grande, aún tan pequeño, cariño profundo y complejo que se edifica y se decanta en el alma, un sentimiento que llevo aquí dentro, muy dentro.

 

Observo a través del silencio de tu mirar, ojos negros, sonrisa y hoyuelos ¡mi fiel reflejo! me adentro en los mágicos momentos recibidos y vuelvo hacer niño en brazos de mis abuelos ¡Que felicidad!

 

Aún no pronuncias palabra alguna, pero tu sonrisa me indica que sientes mi amor, este que se hace grande e inmarcesible, aún tan pequeño, me acostumbro a tus sonrisas, hermosa como el alba en los siete mares, cúan cántico de las aves y el ocaso en días de primavera, ¡esas que atesoro en el centro de mi alma!

 

Cuanto quisiera donar tu sonrisa a la luna o al sol, para que todo aquel que albergara tristeza en el alma, al elevar su mirada al astro rey, sintiera la felicidad como yo al contemplar tan majestuosa creación.

 

Tal vez he cometido y cometeré errores como padre, pero me comprometo hacer el mejor, amarte más que al aire que respiro, a guiar tus pasos en los bretes de la existencia, brindarte un abrazo en el frio de la noche y protegerte de los miedos en la oscuridad.

 

Que el cielo sea testigo de este amor, amor que se hace grande e inmarcesible, aún tan pequeño, mi pequeño SAIDEL.