En días como el de hoy
En los que no encuentro distracción suficiente
Que me haga ignorar tu presencia casi certera
En el marco de la puerta de mi habitación,
Prefiero evocar cálidos momentos
Y sonreír con inexactitud,
En vez de aceptar la infame sensación de zozobra
Al advertir la real soledad que invade
No sólo el marco de mi puerta, sino mi completa casa.
Prefiero recordar con alegría fingida
Aquellos días en los que sólo bastaba
Tu mano junto a la mía para
Dibujar en las nubes nuestra historia entera.
Prefiero traer a mi almohada
Tu pequeño vestido de rosas
Para soñar con todos aquellos momentos
En los que alucinaba al verte encajada en él.
Prefiero planear la manera de vernos
Sin que nadie se entere,
Como solía hacerlo
Cuando el mundo no aceptaba vernos pasear juntos.
Si bien, escribirle a la tristeza y sentarme a su lado
Resulta grato en ocasiones,
Escribirle a los recuerdos más intensos
Eleva mi espiritú al lugar donde
Conviertes mis sueños
En un despertar constante a tu lado.
Por eso, en días como el de hoy,
Prefiero omitir la pena y la angustia
Para darle paso a la magía que
Transmite el simple hecho
De sentarme a pensar en ti y en mí...
En nosotros.