Ben-.

Relojes-.

Le dije, hay muchas sombras

en mi mano. Relojes que se comen la

ternura, vestidos náuticos que imprimen

su velocidad de crucero. Y entre esas cosas,

sombras, cuarzos, primerizos fósiles, las

ocupaciones del soltero, las vastedades del

aventurero, le dije, sonriendo, destacan ciertas selvas,

conversaciones de futuro, anillos sin trampa,

columnas de fuego. Ella inventarió

quizás por primera vez, sus sueños de domadora,

empaquetó suicidios desde el trapecio, embaló

sus ajedreces, y puso todo a disposición del juez.

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