Desde niño me imaginaba contigo
entre mis vaivenes de mozalbete
fluían imágenes tuyas en mi mente
era un soñar despierto...
Sabía que eras tú
aún sin conocer tu rostro
se encendía una luz en mi alma
y una semilla, en mi corazón brotó
porque mi ser se quedó en calma...
Ahora, después de larga travesía
de idas y vueltas ya eres mía
desde tiempo remoto y casi exhausto
el tiempo y la vida nos permite estar juntos...
Recuerdo preguntarte, ¿Cómo te llamabas?
y tus ojos de mirada tierna e inocente
me cegaron la razón y como demente
quede alucinado y enamorado sin más...
Luz de mi alma, gracias a Dios
que permite a este ser
aún con sus falencias, vivir plenamente
brindando amor y cariño eterno.
Dejé de ser lamento en la soledad
para convertirme en luz
y poder respirar la bondad de tu alma
sí!, hoy estoy aquí con el corazón a mil
por amarte, por vivir, antes de existir.