El poeta proviene de castas
que cincelan sus versos en oro;
ofreciendo sus sueños heliastas
que nos dan, de la luz su tesoro.
En sus estros fulgura el talento
que de Pan es su gran regalía;
empapado con el sentimiento
que se vuelve febril poesía.
Su cantar es un manto de amores
diseñado con regios topacios;
que reflejan radiantes fulgores
del Olimpo y sus regios palacios.
En su numen anida apacible
elevado ideal de justicia;
con coraza de fe indestructible,
que es del alma suprema caricia.
Con sus plumas nos pintan rosales
que florecen en sus primaveras;
y poseen esencias astrales
que perfuman hermosas praderas.
En los mares, que ninfas habitan,
su velero navega triunfante;
y sus olas enormes transitan
con pericia de un dios navegante.
¡Es por eso que rindo homenaje
a su mágica y lírica lira,
que me ofrece exquisito brebaje
que las fibras del alma me inspira!
Autor: Aníbal Rodríguez.