Mujer que tomaste cartuchera y carabina
en cruentas batallas fuiste paño y musa
símbolo de la mexicana por excelencia
junto a tus padres, tus hermanos o tu hombre
empeñada en defender tu tierra, tus derechos y futuro
Hoy no sales con morrales ni rebozos
no cocinas bajo los vagones de los trenes
en el combate no cargas a tus hijos a la espalda
en el closet guardas el gran sombrero y la guitarra
pero todavía cantas mientras bregas
a sabiendas de que la guadaña pende sobre tu cabeza
Tu ímpetu aún está vigente
te armas de conocimientos en las aulas
enarbolando por bandera los ideales
de ver soberana y próspera a la patria
las balas has suplido por los libros
y los blandes frente al enemigo
como antes con coraje y con valor
sueñas hacer que la letra renazca con su fuerza
sueñas construir en el país lo que no ha podido
a pesar de la sangre vertida en continua lucha
Adelita que con sudor riegas los campos de labranza
y prefieres la muerte antes que abandonarlo
a ningún precio te compran ni te vendes
por más poderoso que sea el opresor en turno
mujer que sus ancestros lleva en las venas
mujer que los escucha gemir bajo sus pies
mujer curandera, obrera o artesana
no es menor tu mérito en la batalla
Adelita de dulces versos y sensible alma
no es menor tu consuelo al atribulado
cuando cansado está de no ver resultados
Adelita que enormes pesares lleva a cuestas
pero con dignidad mantiene alta la frente
mujer que disfrutas citadina calma
mujer que acostumbrada estás a los colchones
pero reaccionas si la tranquilidad se turba
y la razón convoca a encender la llama
dejas tu pedestal y te plantas firme
decidida a ofrecer tu vida en aras de justicia
Adelita que no morirá porque su espíritu persiste
Adelita que dejó su sello permanente
de amor, filantropía y heroísmo
de norte a sur en mi país eres leyenda viva
y en cada niña concebida estás latente