Me escabullo
de perfil
pero me mira;
me levanto descalzo
y camino de puntillas
pero me escucha.
Me acurruco en
la inmensa cama
buscando el sueño
pero allí me encuentra
delirando pesadillas,
con la certeza,
real como un puño,
que fluye la noche
y que las esperanzas
le pertenecen a otro.