Van quedando atrás los borrones y las faltas
y la manía imprudente de escribir abreviaturas,
iniciando trazos que nunca llegaron a completar un verso
y hasta un pacto sin concretar, con el más allá
Van quedando atrás las culpas y los reojos,
la absurda mayúscula que enfatiza
y no dice nada pero insiste que un ojo,
al menos uno,
se quede absorto aunque de lecturas no entienda
y tampoco nos importe
si resultó una oreja con pestañas
Van quedando atrás tantas estaciones
y a punta de pies
y a menudo a empujones
las precipito con dulce alevosía escaleras abajo,
a sabienda que en el oscuro sótano del grávido recuerdo,
alguna vez renacerán
y con tanta hambre de un alto vuelo,
tiernas alas...
La Habana, Cuba
16-11-2020
Isis Marilys Alvarez Silva.