Aprendió a merecer en sus brazos su humeante arma
Celebraba todas sus victorias con camaradas en la cantina
Mas mantenia apegado al pecho y cerca del alma
Enseñar beber fruto de amor, a su pequeña nacida.
En su extendible carrera tomo sin contar, tantas vidas
En sus ojos solo quedaban rastro de tela blanca
Imaginaba el dolor verlas sin el, eternamente bellas, dormidas
Un pedazo de cordura, la distancia siempre le arranca.
Cada que cae la noche, del ruido se aparta
Cae montado en el pasto, admirando su sorteada estrella
Seca sus lágrimas, sin mojar de tristeza su carta
Y la besa tembloroso, ansiando quien ansiosa le espera.
En batallas perdia su aliento, mas nunca su esperanza
Escucharía su primera palabra y llegaría a verla andar
Aunque tristemente siempre fue su punto débil, la añoranza
Tales sentimientos serian guardados, hasta entregarla en el altar.
Sin esperar envió su foto, con lazos de unión
Con cartas diciendo \'sin verte, mis manos te abrazan\'
No toco su sueño, sin embargo devoto cumplio su misión
Pues en sus ultimas epistolas, el soldado volvió a casa.