Tengo dos ojos para ti,
para ti tengo dos manos,
un oído y un corazón
y una mañana de gajos.
Tengo una tarde de sol,
y un alero de ramos,
una sombra generosa
y una fe que sabe a años.
Tengo una boca para ti,
para ti tengo dos labios,
un altar hecho de besos,
para amarte de sábado.
Tengo dos brazos para ti,
y un pecho duro de estaño,
que entibiarán tus noches
desde noviembre hasta marzo.