Romey

Rojo Refugio

En estos versos de fuego me refugio,

Lejos de los gritos y de los golpes,

Bajo el enorme techo de la ncche.

Entre las aguas que corren yo fluyo

Incansable, errante vagabundo,

Triste y enjuto viajante en mi mundo

Profundo pensando, creando el futuro.

En estos versos de fuego me refugio...

Cae la yuvia como el yanto de un santo

Y yo la escucho, deletreando su encanto

Bajo el enorme techo de la noche;

Traduzco su silencio en canciones

Y me mojo entre las aguas que corren

Desde tus beyos ojos

Cuyo color no ignoro:

Ígneo rojo innífugo

Como mi refugio

 

Una sombra negra trata de atacarme...

Lucho, echo el mal, lo ahuyento al ahuyar

Mi arte sobre la soledad que intenta

Distraerme, hacerme caer en la sangre

Gravemente, pero no puede su maldad

Traerme la muerte, si mi mente piensa

En el bien, y mi corazón siente siempre

La calidez de tu hoguera, la sabia Verdad

De la que eres entera yama yena de paz

Y nostalgia de aqueya magia.. Al presente

Traela antes de que alguien me mate:

Una sombra negra trata de atacarme...

En estos versos de fuego me refugio;

Con solo un beso tuyo

Me sentiré más seguro.

Seamos uno tu y yo

Por un eterno segundo...

Al fuego de nuestro refugio

Forjemos el nuevo mundo

 

Entre tierras mi casa tiembla

De cimientos a cabeza.

Agua celestial me despierta

Y me levanto encima

De esta esbelta colina

Que el río del olvido corinda.

Y qué veo? La salvación cerca,

Pasión placentera, buena noticia,

La alegría devenida a nuestras vidas

Yega, nos la entregan las estreyas.

Amiga, yo me refugio

En tu beyeza; el diluvio

Ya comienza, entre tierras mi casa tiembla,

El rugido de la guerra resuena

En la consciencia, y las Almas de cada uno

Se mezclan. Merecerá la pena?

Agua celestial te despierta

Y el fuego puro demuestra nuestro futuro

Juntos a la luz de la hoguera

Y todo rojo bajo este refugio, azul fuera,

Un diluvio

De tristeza

Ajena...

Merecerá la pena

El nuevo mundo?

Mantente serena,

Te lo aseguro;

Será nuestro secreto refugio

Lejos del rugido de la guerra