Si fuéramos productos del placer No cometeriamos el pecado carnal Nuestros progenitores estarían en un mundo celestial Creando sin saberlo un nuevo ser ¿ Conocían Adán y Eva el sexto mandamiento? No lo conocían porque estaban en el Paraíso Terrenal Quien quiera ir al paraíso que coma la manzana celestial Y verá como desaparece todo el turbio sentimiento Entre dos cuerpos que se atraen No hay más que un solo pacto Besándose se cierra el acto Hasta mañana que de nuevo se distraen Por un beso él o ella se perdería Entregando toda la riqueza No les importaría estar en la pobreza Porque él o ella viviría con alegría