Nos sorprende
otra Primavera.
Se instala
como un huésped
en algún rincón
de nuestro ser,
y emite
calidez y colores.
Musgo de terciopelo,
medicina que cierra
las heridas profundas
del alma.
Imágenes nuevas
acabarán
con las luchas
en que se debaten
los hombres.
Renacer.
Imitar a la naturaleza,
asombrarnos
con la sonrisa
de Dios.