Era miércoles por la mañana...
Ellos querían verse
y la calle estaba mojada.
Ella al su abrigo ponerse
vio la vía despejada,
pues no iba a llover, sí,
estaba predestinada.
El no tenía idea
de que hoy quedaría con ella.
Después de un par de buses,
los dos se dieron de bruces.
Ya llegó la tarde
y ese par está que arde.