Él va por la vida
queriendo saber el ¿por qué? de cada cosa.
Ella solo disfruta de su alrededor.
Él en medio de la soledad, se refugia en sus libros
y acaricia una guitarra.
Ella se maravilla con los colores de las flores,
los olores, las sonrisas.
Él bohemio y melancólico.
Ella irradia belleza y alegría.
Un día, sus miradas se cruzaron,
sus corazones palpitaron al unísono,
envolviéndolos con una rítmica canción.
Él la quiso suya, ella dispuesta a serlo.
Él llego a su vida para apaciguar sus pensamientos,
mientras ella sacudía la suya con sonoras carcajadas,
juntos comenzaron a recorrer un camino,
a vecés de la mano, otras veces indiferentes,
en ocasiones él extrañaba su soledad,
en ocasiones ella añoraba el bullicio.
Pero ambos sabían que no sería lo mismo el uno sin el otro,
porque cuando estaban juntos,
sus vidas eran diferentes,
porque cuando estaban juntos,
sus existencias cobraban sentido.