Aquella vez que tus pasos seguía
contemplaba tu silueta
mientras mi corazón palpitaba,
a tu lado yo estaba.
Realmente los minutos aprecié
y a tu lado caminé,
mientras luces y sombras combinados,
juntos marchando
en senderos desconocidos
que pronto, recorridos iban a ser.
Hojas caían en nuestra marcha
pájaros adornaban nuestro horizonte
y centelleos de esperanza llegaban
cuando el cansancio se apoderaba
de nuestro intento de llegar al final de la senda.
Mar.
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