Enamorado
del fuego de tus labios,
de la desnudez casta de tu cuerpo,
aromado de rosas,
en transparencias,tú;
de los altos pechos erguidos
-lirios de monte-
entre visillos -fino encaje-
latiendo...
Cerca de mí
tu aliento.
Debajo de tu falda
meto mi mano,
de hembra noto el calor humano.
Esperaré la noche
del lecho,
unidos
gustosamente amando,
caricias gustosamente a tu cuerpo
acariciando,
suavemente gustoso placer dando,
dos en uno en la ardida piel
de los cuerpos desnudos,
que estremecidos se aman...
Arde tu hoguera,
arde mi sexo, arde el ardor
de los amores dados.
Paseas
por mi jardín,
paseo por tu huerto,
tus labios húmedos entre los míos.
Meto mi mano
en tus adentros
-las caricias se pierden-,
entre finos encajes de insinuaión
laten los esponjos senos.
Con suavidad entro en la hoguera
de la perla oscura
el ramo chisporroteando...
(Enamorado
de tu hermosura
-pasión
de amor novicio-.)
(Salvador)