yito

El marco.

 

 

 

El marco de un espejo, sin espejo

depositó en  mis manos el anciano

y al ver mi confusión y mi perplejo

me dijo su reflejo, no es en vano.

 

Negando su saber y su consejo  

le sonreí como si él, fuese insano

y descendí el sendero desparejo

que aleja su montaña de mi llano.

 

Hurgando en el espacio de su nada

no pudo hallarme el ego en la mirada.

No soy yo a quien refleja su vacío.

 

Y al dejar de buscarme ya vencido

comprendí del consejo su sentido.

Mirar a los demás, nos quita el frío.

 

 

Mención.

VI Concurso Literario de Sonetos \"la lupa\" 

Mundo escritura fallo 17/11/2020