Acerca tu mano a la mariposa, emergerá de su crisálida
Secarán sus alas y levantará vuelo
Acércala al crisantemo, será la luz que abrirá su flor
Vestirá de cálidos dorados y lucirán sus pétalos
Acerca tu mano al frío, avergonzado de tu calor
Partirá siendo vapor y se llenará de olvido
Acércala sin temor a la oscuridad de la noche
Y en la negritud grandiosa se iluminará una estrella
Acerca tu mano a mi boca,
y su carnosidad rojiza transmutará en deseo
Acércala a mi corazón, y cada latido mudará en pasión
Anidará en mi entraña y te donará mi alma
Acércate a mí, ven, no prolongues esta espera
Que el pasado es conjuro de dioses y demonios
Acércate, hazme lavar mis malvadas manos
En tu manantial virginal, inmaculado
Acércate a mí, ven, te intuyo profecía
En mi virilidad mundana
Clímax de sedosidad en las yemas de mis dedos
Ven acerca tu mano, hazme nacer
Y volar cual libre mariposa