Una mañana lluviosa y fría
muy de madrugada
un caballero
para el trabajo salía
cuando vio dos luceros
entre el agua que caía.
Eran ojos de muchacha
loca, que de la farra volvía,
se acercó para ayudarla
pues caminar no podía.
Lo empujó, porque intuyó
que algo malo pretendía
Tienes la mente turbada,
le dijo, por tanta bebida,
no soy un abusador
mucho menos depravado,
sólo quiero ayudarte
porque te veo vacilar
Bebiste sin pausa
más allá de la medida,
y tus acompañantes
te abandonaron, sin dudar
No temas soy honrado
y solo quiero ayudar
dime donde vives
y hasta allí, te haré llegar,
No tengo adónde ir
ayer me desalojaron,
y sin saber lo que hacía,
bebí hasta el hartazgo.
Ven te presto mi lecho,
sí en mi confías,
ella lo miró sorprendida,
diciéndole agradecida
estoy agotada, descansaré
luego, me marcharé
No, te ruego me esperes,
buscaré adonde ubicar te,
toma las llaves y duérmete.
Al volver, la encontró sentada
en el umbral de la puerta
con un bolso a su lado.
Él la noto relajada,
ella mirando al costado
le dijo con la mirada,
es todo lo que me queda
Por favor, basta de aflicciones
mi padre vive al frente,
le pediremos nos facilite
una de sus habitaciones-
¿Tienes trabajo?,
no, mi pareja me abandonó
dejándome sólo deudas.
no importa, quédate sin condiciones
hasta hallar lo que satisfaga
y termine con tu vida aciaga.
El habló con su padre,
contó todo, como referencia,
el padre habló, tú me lo pides
además, tiene buena presencia
por mí, puede quedarse
La llamó, puedes desempacar,
le dijo en broma, la habitación es tuya
Con el tiempo, al conocerla mejor
se enamoró y le ofreció casamiento,
sin dudar, ella aceptó gustosa
créanme, no miento
hoy, es una buena esposa.
Discurro, la vida te da dolor,
y para compensar, amor...