Dos mariposas
volaban y jugaban
y yo las vi.
Se me acercaron
y el baile de sus alas
me cautivó.
¡Qué maravilla
de sueños, me dejaron,
en este encuentro!
Y sin pensarlo,
de un salto, y con mis sueños
las perseguí.
Viví su baile,
volé por los jardines
y las campiñas.
Besé las rosas
y luego las violetas
y algún geranio.
Volví en la tarde
cansado de mis sueños
y suspiré.
Suspiro inmenso
de un pecho enamorado
que piensa en ti.
Nunca te vayas,
ni dejes que te olvide,
\"mi mariposa\"
Rafael Sánchez Ortega ©
26/06/20