Señor, tu que sabes de mi dolor
Dame la calma
Que aguardan las noches
De locura insana.
Cuídala, no la olvides
Cuida sus pies y sus palmas
Que no olvide el amor que le tengo
Que no olvide cuanto la quiero.
Dame la fuerza y poder
Para alejarme de ella
Que mi sentir no sepa
Que vivo en una condena.
Dile al viento que le hable al oído
De las noches frías y mi llanto
De temores, ecos del olvido
De mi obsesión por no mirarla
Y entender que ya no esta conmigo.
Borra de mi sus suspiros, sus anhelos,
Las mentiras, sus sonrisas
Que en las noches rompo el amor
Que a cuentagotas me quita.