El luto se disuelve en la noche.
El cielo es un pecho hinchado
Con el soplo vital de los astros.
Me desnudo en mis emociones
Sintiendo el tacto de tus labios
Húmedos resbalando por mi cuerpo.
Yeno estoy de luz cuando nos amamos
Tanto que nuestras manos fuegos
Son, mezclándose. Es el Amor
De dos, una sola sangre en circulación
Incesante, con el desafiante valor
De desatender el combate y entregarse a la pasión
Flores de colores fabulosos
Creciendo entre el negro lodo.
Peces de fósforo en el cielo...
En el caos encontrados ecos,
Voces sobre silencios sonando
Sin miedo al tiempo robado...
Amores que se fueron y han vuelto
Despertando de entre los muertos...
Recojo las lágrimas que de mis ojos
Van cayendo como fuego entre rastrojos,
Guardo a salvo estos tesoros y amuletos...
Yegó el imperio hasta este pobre pueblo,
A dominarlo... No, no quiero ser otro esclavo
O eslabón idéntico; mi ser, siempre íntegro,
Tiene poder en el reino del eterno espíritu,
Y es auténtico, un fulgor fantástico
Regalando Amor sin pedir nada a cambio
Duradera tregua desea mi Alma guerrera,
Descansar la marea loca que la atormenta
Y reencontrar el camino perdido.
Sanaré mis heridas con la savia viva de la tierra,
Mitigaré el dolor deicida bebiendo el buen néctar
De tu saliba roja, me mojaré en eya
Bajo las miradas atentas de todas las estreyas...
Rumores extraños y engañosos
Brotan de las piedras, de los ojos
Como sangre transparente,
y duele dentro la emocion embotada...
Libero al aire mi mente...
Siento se me prepara una emboscada...
La muerte ataca, aplácala,
Danza alegre, esquiva su agresión ingrata,
Me dicta la luz de mi Alma, plácida,
Mientras la humanidad entera cae en la desgracia;
Dice: ama, nada mas hace falta para triunfar...
Le yegará a esta eterna bataya ya su final?
Depende de mí y de ti, mi rival, ademas nadie hay...
Ríndete criminal, la Vida de mi Alma
No conseguiás robármela: es sagrada,
Si la tocas arderás igual, y sin agua...
Apetece una paz platónica... Contraataca
La sombra, la ausencia de confianza,
Y aumentan mis ganas innatas de matar
El tiempo, y enterrarlo en algún lugar
Lejano, bajo tanta soledad acumulada...