Perseguido por el frío y la noche,
nubífera. Veo tu silueta,
con la endija de mi pared
que golpea tu cara, viendola coruscante.
Inhalando un pensamiento consolador,
observando con la poca luz que da mi pared.
Exhalo lo mirífico que fue
y lo undívago que me sentí... un momento.