Un dictador impone su deseo El pobre súbdito obedece No se salva del castigo aunque rece El desgraciado súbdito es solo un reo Al dictador le llevan niñas al palacio Porque las desflora una a una Así preparan a las niñas desde la cuna Los pobres viven en chozas por falta de espacio Yo estaba en la catedral de Toledo Cuando Franco y el dictador entraban bajo palio Suerte tenía el dictador de no sufrir un ganglio Esa mañana en la catedral sí sentía el miedo Toledo milenaria ciudad de las tres culturas Aquí convivían árabes, judíos y cristianos Pero aquel día la visitaron dos tiranos Los tiranos causan heridas graves sin suturas