Desvarío
Te encuentro en mi desvarío
y en estas ganas de besarte.
Es para mí, pensarte,
como placer escogido.
Mi dedo lleva consigo
el privilegio de tocarte
y así, como si fueras arte,
admirarte desinhibido
con el alma hecha testigo
de esta ilusión primera,
donde quiera o no quiera,
me derrito al soñarte;
y así como cosa loca
de la que no debes asustarte,
tal vez comience a extrañarte
aunque nunca te he tenido.