«¿Cómo es que me conoces?». Jesús le respondió:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Juan, 1, 48
Yo me hallaba debajo de la higuera
cuando él me vio y me habló. Lo he seguido
sin vacilar. Aún oigo el sonido
de su voz que me dijo quién yo era.
Vi en él la libertad, la verdadera
vía hacia la vida. Yo he creído
en sus palabras. Todo lo he perdido
con su muerte. Vana fue pues la espera.
Ahora está amaneciendo y hace frío
y es el agua pesada, y nos callamos,
Tomás, Pedro, los pocos compañeros
de los primeros tiempos, que quedamos.
El fondo de la barca está vacío.
En la orilla hace señas un viajero.