Recordando, aquel momento
cuando, te miré a los ojos...
habló siempre, el sentimiento
y despertó, grandes antojos...
Al arribar al paraíso
y despojando el carmesí,
arrobado, en el hechizo...
libre, ya no supe más de mí.
Ahora que el tiempo ha alejado
nuestro feliz día y medio,
me doy cuenta que, el remedio
para aliviar lo poco dado...
Es revivir nuestro momento,
sin dejar que en la jornada
se separe nuestro aliento...
aunque después, no quede nada!
Autor: Marco Fabio Vázquez H.
Cd. Parral Chih. México
1982