Aunque siempre lo niegues
y digas que ya no me quieres,
el brillo en tus ojos habla por ti
que en tu corazón, yo sigo presente.
No podrás olvidarme y quizás
hasta quieras volver a rogarme,
en cada momento de tu sano juicio,
pues es tu designio llevarme contigo.
Tu risa nerviosa acusa y sentencia
lo que sigues sintiendo día tras día
cuando te hablan de mí, bien lo sé
porque nadie te ha dado, lo que yo te di.
Nadie más tiene el mirar de mis ojos
como esas miradas con las que te adoré
ni el sabor de mis besos en sus labios rojos
como aquellos que a ti te entregué.
Desde que tú te marchaste
mis ojos y labios quedaron sellados,
nadie más ha acariciado mi cuerpo
ni ha dormido en tu almohada.
Si tú quieres volvemos...
Delalma
22/11/2020