Rosita de Mendoza

La tarde

La tarde de domingo es infinita

El silencio se rompe con unos ladridos lejanos

el trinar de los gorriones y el zureo de una paloma

¿A quién llamas paloma?

¿Traes un mensaje para mi?

¿Está mi amado mirando la tarde

en algún lugar lejos de aquí?

¿Recordará los ojos que lo vieron partir?

No existen promesas, 

No hubieron juramentos de amor eterno

¿Fue ayer o fue hace mucho tiempo?

Apenas recuerdo su voz angustiada

Es larga la tarde cuando viene cargada de silencios

Es corta la vida cuando te alcanza el tiempo

Todos los domingos caben en esta tarde

Todos iguales, todos repetidos.

Ya no juegan los niños en el patio

Se apagó la música no recuerdo cuándo

Las enredaderas cubrieron los muros

una vez había una ventana

y sólo se abre una hoja de la puerta del zaguán

Ya no cantas paloma,

¿te fuiste sin darme mi mensaje?

Quizás tardé mucho en salir

Es que se puso muy pesada la ilusión

Es que el silencio atravesó los muros

Es que ya se va la tarde

Es que la tarde ya se fue.