Te busco te miro,
pero huyes de mi camino,
te escribo me lees,
pero mis letras no comprendes,
te encuentro te tengo frente
¡Que cruel que sea indiferente!
Al querer sus manos, las
escabulle como ave que se pierde en el cielo,
acucio sus labios y me da sus mejillas,
anhelo un abrazo y la prisa
se convierte en rechazo.
¿Por qué no acepto que no me quiere?
es que la quiero sinceramente,
me carcome verla y sentirla cerca,
su presencia es dopamina a mi cerebro
pero burla y desprecio para mi ego.
Entonces renace el pensamiento
de este estúpido cuento,
que brotó de la imaginación,
de lo enamorado que estuve y estoy
Desde el corazon.
Al caer la noche
está historia llega al final,
con su voz que suena a verdad,
ella sin tapujos,
acaba con esta realidad,
de este amor,
que solo existía en mi interior.